No es por darme importancia, sino para demostrar que, con trabajo arduo, estas aventuras se pueden convertir en éxito y diversión: cuento en mi haber con un buen número de regatas. Me sé a pies juntillas el protocolo de salida (como hemos comprobado en el post anterior) y las claves esenciales para que la regata sea un momento especial y único, en el que quizá no se gane, sino que se vaya a disfrutar.
La corriente es uno de los aspectos que primero valoro. En la salida, el patín es un barco que queda a expensas de esta. Así, según sea su dirección o densidad, esta puede convertirse en una aliada o una enemiga. De esta manera, podrá ayudarnos a situarnos en el punto de salida que deseamos o deberemos contrarrestarla alejándonos de la línea para evitar que nos precipite sobre ella antes del bocinazo y provocando una salida prematura.
Una vez conocida la dirección o intensidad de la corriente, me gusta evaluar cuál será el bordo que tomaré después de que den la señal de salida. Esta decisión incidirá, posteriormente, en la elección del lado que escogeré para situarme en la línea de salida.
Además, valoro para salir del lado con preferencia de paso, es decir, amurados a estribor. En este sentido, no solo es un factor que constituya una ventaja, sino que suprime determinados inconvenientes en el que momento en que ya acostumbran a haber bastantes.
Casi siempre detecto el lado que más está a barlovento. Lo determino navegando a lo largo de la línea de salida, desde el barco del comité a la borda y desde esta al barco del comité.
A ello se añade que, para eludir salidas prematuras, es conveniente que tomemos un punto de referencia en la costa. Ese punto de referencia será una prolongación de la línea de salida. ¿Quieres saber qué permiten estas líneas de referencia? En primer lugar, no rebasar esa enfilación nos permitirá evitar cruzar la línea antes de tiempo. En segundo término, este tipo de enfilación resulta especialmente útil en aquellos casos en los que se opta tomar la salida corriendo la línea.
Posteriormente, me pregunto por ver dónde están situadas las boyas que integran el recorrido; en especial, de la primera ceñida. Esto me brinda una idea de la longitud del recorrido.
¿Cuál es el momento preciso para coger sitio?, se pregunta el regatista posteriormente. En ese caso, hay que tener en cuenta que cuanto mayor sea la flota, más extensa será la longitud de la línea, con lo cual más distanciados estarán los extremos. En estas circunstancias, siempre clarifico el lado de la línea por el cual optaré para salir.